El Palacio Gyeongbokgung es uno de los sitios turísticos y de patrimonio cultural más característicos de Corea. En tiempos antiguos, allí residieron y gobernaron los reyes de la dinastía Joseon, pero su majestuosidad aún se puede apreciar bajo la forma de refinados edificios en pleno corazón de Seúl. Los alrededores del palacio están llenos de lugares para experiencias, salas de exposiciones y restaurantes muy visitados por la generación Z. La zona se puede dividir, en términos generales, en dos: Seochon y Bukchon, cada cual con sus peculiaridades. Considerando la importancia histórica de esta zona de Seúl, visitarla vistiendo el traje tradicional hanbok será una experiencia enriquecedora.

1. Los alrededores de Seochon: callejones con encanto

Seochon es un barrio ubicado al oeste del Palacio Gyeongbokgung y se puede acceder a él a través de la Puerta Yeongchumun, que es la entrada occidental de este palacio. Seochon fue en un momento un barrio ocupado en gran medida por artistas, de modo que se percibe su aire bohemio, con pequeños edificios de una sola planta que bordean las estrechas callejuelas, en contraste con los imponentes rascacielos del centro de Seúl. Últimamente, Seochon ha comenzado a atraer a una gran cantidad de visitantes jóvenes, gracias a sus tiendas de moda, galerías y cafés elegantes que se instalan en los edificios antiguos, renovándolos con una sensibilidad contemporánea.

La primera parada de este recorrido por Seochon es Groundseesaw Seochon. Este espacio cobró fama gracias a exposiciones modernas de gran interés como “Photographs by YOSIGO: Holiday Memories” y “Accidentally Wes Anderson: Inspire. Discover. Adventure Awaits”. El edificio en sí impresiona por sus aspectos arquitectónicos que fueron reconocidos con el Premio de Arquitectura de Seúl 2020. Al entrar, se puede encontrar un estanque y un jardín construido en el centro, creando un ambiente tranquilo como el de un bosque. El simple hecho de visitar el edificio es, en ese sentido, una experiencia que supera las expectativas.

Al salir del laberinto de callejones, uno se encuentra con un edificio residencial de dos pisos que tiene un pequeño letrero: es 0fr. Séoul, la sucursal coreana de una librería independiente francesa. Esta construcción residencial de aspecto urbano alberga un tesoro de artículos extravagantes que esperan ser descubiertos por el comprador exigente. Desde libros de ediciones raras procedentes del extranjero, dispuestos aleatoriamente en montones, hasta carteles de diseño colgados en las paredes con pintura descascarada y bolsas coloridas desperdigadas por todo el interior, este ambiente de tipo casual y a la vez elegante ha cautivado tanto a la generación Z de Corea como a los viajeros internacionales. 0fr. Séoul ofrece camisetas hechas en casa, accesorios bonitos y piezas de decoración de interiores que pueden ser excelentes recuerdos de la visita.

En un barrio inundado de aspectos retro, la Librería Daeo se destaca como el espacio más analógico. Desde la pintura descascarada de su letrero hasta el desgastado órgano (que en otras épocas perteneció a la pareja de ancianos propietarios de la librería), las vasijas de barro y los muebles adornados con jagae (artesanía de nácar y laca), esta antigua casa hanok conserva numerosas historias que se han acumulado en su interior desde 1951. Su ambiente único llevó a que sus espacios interiores salieran en la foto de portada del primer álbum de la artista coreana IU “A Flower Bookmark”. Hoy en día, la Librería Daeo funciona como un café literario, abierto a los consumidores que piden una bebida.

A dos minutos a pie de la Librería Daeo está el famoso Mercado Tongin de Seochon, un lugar que se enorgullece de tener una historia centenaria. El delicioso olor del mercado hace que sea difícil pasar por allí sin comprar algo de comer. El plato más popular que se sirve es el tteokbokki en aceite, que consiste en pasteles de arroz tteok sazonados y salteados en una sartén caliente. A diferencia de otros tipos de tteokbokki, este tiene una salsa muy espesa. Los pasteles de arroz se convierten en bombas de sabor intenso, con una textura densa y crujiente. Si nunca los ha probado, será una experiencia única. Otra opción es el yeopjeon dosirak, una vianda con ingredientes seleccionados por uno mismo entre toda la variedad que se ofrece en el mercado. Las monedas de latón llamadas yeopjeon, que se utilizan para hacer la transacción, son réplicas de las utilizadas en el período Joseon. Los carteles multilingües hacen que la experiencia también sea accesible para los visitantes internacionales.

2. Los alrededores de Bukchon: fotos maravillosas con arquitectura tradicional

Bukchon es otro sitio turístico que se puede visitar junto con el Palacio Gyeongbokgung. En comparación con Seochon, las casas hanok en Bukchon tienden a estar mucho mejor conservadas, y el barrio tiene parques, una calle de cafés y otros lugares que vale la pena visitar. La puerta del palacio que originalmente conducía a Bukchon era la oriental, llamada Geonchunmun, pero hoy en día, los visitantes deben usar la entrada del Museo Folclórico Nacional.

El centro neurálgico de este lugar es la Aldea Tradicional de Bukchon. Originalmente, este era un barrio histórico ocupado por miembros de la familia real, aristócratas yangban y funcionarios estatales en el período Joseon. La mayoría de las casas hanok del barrio mantienen el formato urbano, que evita la disposición abierta de los hanok tradicionales, por lo que no se ven los patios interiores desde la calle. En su lugar, tienen muros que superan la altura de la vista, para ofrecer una mayor privacidad. El sitio para tomar fotografías ubicado en la cima de la cuesta permite capturar en una sola imagen el paisaje de la arquitectura tradicional y Namsan Seoul Tower. La Aldea Tradicional de Bukchon es un barrio residencial, por lo que no se debe perturbar la privacidad de los residentes ni ingresar a sus casas sin permiso.

Partiendo del Palacio Gyeongbokgung y subiendo por la calle que lleva al Centro de Información de la Aldea Tradicional de Bukchon, se llega a un sitio que llama la atención por su fragancia que emana desde la entrada de un callejón. La fragancia proviene de la tienda de Granhand, una marca coreana de fragancias de moda que goza de buena popularidad entre la generación Z de Corea. Esta marca tiene ocho sucursales en Seúl. La de dos plantas de Bukchon, inaugurada en 2014, fue la primera tienda de la marca y es la única ubicada en una casa hanok. Ofrece una gama de productos relacionados, desde perfumes hasta difusores, velas y aceites. Granhand es famosa por describir sus aromas como obras literarias. Lamentablemente, estas descripciones solo están disponibles en coreano. Los visitantes pueden probar las diferentes fragancias para buscar su favorita entre las muchas que están a la venta en la tienda. La vela en forma de vasija de barro, en particular, solo se vende en la sucursal de Bukchon, por lo que podría ser un fantástico recuerdo o regalo.

En cuanto a restaurantes, hay uno muy especial que sirve gukbap, una sopa de arroz y carne de cerdo que los coreanos consideran "una comida para el alma". Se ubica en el callejón que conduce al Museo Nacional de Arte Moderno y Contemporáneo de Seúl. El restaurante, llamado Anam, ha sido distinguido con el sello Bib Gourmand de la prestigiosa Guía Michelin de Seúl 2024. Al pensar en el gukbap, los coreanos suelen imaginarse la sopa de colores blanco y rojo; pero la que se sirve en Anam es de color verde, debido al aceite que se utiliza como aliño. En invierno, el aceite se elabora con chile Cheongyang y col rizada; mientras que en verano, este contiene chile Cheongyang y la hierba bireumnamul, de la familia de las amarantáceas. El aceite le aporta a la sopa un rico aroma de verduras. También se puede agregar cilantro al gusto.

Tras una buena comida, lo aconsejable es visitar el café y pastelería Onion para degustar una infusión acompañada de un postre. Este café está ubicado en una casa hanok muy elegante, que revela también características contemporáneas. Hay asientos en la terraza y en las mesas, pero los asientos más populares son los del vestíbulo con suelo de madera, donde uno puede sentarse en el suelo. Otro punto destacable es su famosa carta de repostería, representada por el pandoro y su bollo ang-butter (que contiene de judías rojas y gruesas rodajas de mantequilla). Para acompañar estos deliciosos postres, puede optar por un café americano frío o el té con leche especialidad de la casa.

* Este artículo fue redactado en abril de 2024. Puede haber cambios posteriores, por lo que recomendamos informarse antes de visitar los lugares mencionados.