Busan, la segunda ciudad más grande de Corea, se enorgullece de su particular encanto al estar ubicada a la vera del mar. La ciudad es especialmente hermosa cuando llega la noche gracias a sus diversas vistas nocturnas. El nuevo lema de la ciudad es “Busan, un mar de estrellas” e invita a descubrir algunos de los paisajes nocturnos más bellos del país, incluyendo interesantes espacios culturales.

Deportes acuáticos para disfrutar de noche

Busan, con sus siete playas, es un popular lugar de veraneo en Corea, y los viajeros disfrutan de ver la ciudad por la noche. El lugar típico para hacerlo no es otro que Marine City, con sus altas torres de apartamentos, el puente Gwangandaegyo y los yates. Se puede realizar un recorrido en yate aquí a un precio razonable para visitar la isla Dongbaekseom, la playa Haeundae o incluso el puente Gwangandaegyo lo más cerca posible con Marine City como escenario de fondo.

La playa Gwangalli es bien conocida por dos cosas: su arena blanca y su mar color esmeralda. Aquí es posible hacer stand up paddle board, que es surfear estando de pie sobre una tabla. Esta actividad, que simplemente requiere una breve formación, es especialmente popular entre el público joven. Se recomienda hacerla durante el atardecer para poder ver los colores del crepúsculo y la belleza de los paisajes a esa hora. Después de esta actividad, si le apetece, pase por un bar para beber una cerveza bien fría.

La playa Dadaepo, ubicada en el punto de encuentro entre el estuario del río Nakdonggang y el mar, se destaca por sus sutiles encantos. Con sus temperaturas relativamente altas y aguas poco profundas, la ubicación es perfecta para deportes acuáticos como natación, esquí acuático, wakeboard, surf, kitesurf, etc. Si visita el lugar durante la puesta de sol, podrá contemplar el resplandor del crepúsculo y el hermoso paisaje costero. Tampoco se pierda la cercana Fuente del Ocaso de los Sueños de Dadaepo para disfrutar de un espectáculo de música, agua y luces.

El monte Bongnaesan, con una altura de 395 metros, es un lugar popular para practicar senderismo de montaña. Permite admirar el mar en la zona de Yeongdo mientras se pasea por senderos bien acondicionados. En verano, el sitio atrae a muchos visitantes por sus majestuosas hortensias. Si tiene la posibilidad de elegir entre el sendero de montaña y el sendero con piso de madera, recomendamos este último para disfrutar de una vista despejada de los alrededores. En la parte superior, puede disfrutar de una vista de los puentes Namhangdaegyo y Busanhangdaegyo, así como del centro de la ciudad y la costa.

Vistas nocturnas que son regalos de la naturaleza

El Sitio de la Fortaleza Dongnaeeupseong también es un lugar famoso por las vistas nocturnas. Esta fortaleza ubicada a una altitud de 149 m en el monte Maansan, es un monumento histórico que data de la invasión japonesa de finales del siglo XVI. Aunque el ascenso hasta la cima no es nada fácil, los visitantes que llegan hasta allí pueden deleitarse con un ambiente cargado de un encanto misterioso, que gana solemnidad durante la noche gracias a su excelente iluminación. El contraste entre la modernidad del centro de la ciudad de Busan y el aire histórico de la fortaleza causa en los visitantes una profunda impresión. En los alrededores se puede encontrar además una amplia oferta de mariscos típicos de la zona del distrito Dongnae-gu, especialmente en la Calle del Gomjangeo.

El observatorio que se encuentra en el monte Hwangnyeongsan, con sus senderos ajardinados y vistas panorámicas, es un lugar muy frecuentado por las parejas de enamorados. El sitio es particularmente famoso en la primavera, cuando los cerezos están en flor. Ubicado en el centro de la ciudad de Busan, el observatorio le permite apreciar las zonas de Haeundae, Gwangalli e incluso Dongnae. Es recomendable visitar el lugar durante el atardecer, cuando se congregan muchos amantes de la fotografía.

El Observatorio del Monte Amisan también ofrece unas vistas envidiables del río Nakdonggang y el mar frente a la costa de Busan. El camino que conduce a este observatorio con un diseño en forma de pájaro es bastante empinado, pero las panorámicas son igual de hermosas de día y de noche. Tras la caída del sol, el estuario del río Nakdonggang está adornado con mil luces para una espléndida escena nocturna; mientras que durante el día, los visitantes pueden contemplar aves migratorias e islotes de arena. Cabe señalar que la zona portuaria de Jangnimpogu, apodada "la Venecia de Corea", se encuentra en la carretera que conduce a la playa Dadaepo, por lo que constituye una buena parada en el itinerario cuando visite el área.

La playa Songdo, que es una de las más grandes de la ciudad, también posee un encanto particular, ya que cuenta entre sus paisajes un llamativo puente elevado y un teleférico. Si se acerca al puente desde el atardecer, se maravillará con las coloridas luces de decoración que acompañan las vistas nocturnas de la playa, la cual está rodeada de altas torres de apartamentos. Mientras camina por este puente, también puede apreciar la escultura “La leyenda de la Isla de la Tortuga”. Se dice que dicha obra de arte tiene el poder de traer longevidad y prosperidad.